jueves, 3 de abril de 2008

Ciudadanos de primera y de segunda


El tema de hoy es sin lugar a dudas la situación de los rehenes de las FARC en la selva colombiana, siendo la franco-colombiana Ingrid Betancourt la más popular. La señora Betancourt ha atraído la atención del mundo entero al problema de los secuestrados por las FARC, situación que en el pasado se sabía que existía pero no pasaba más de decir "pobre gente" y se acabo el tema.
Desde mi punto de vista, la razón por la que Ingrid ha traído la atención internacional al problema armado colombiano y a los rehenes de la guerrilla en particular, ha sido en gran parte a esa doble nacionalidad que, al día de hoy, probablemente sea el único boleto de salida que tenga. En Francia, organizaciones han sido creadas para apoyar su causa y pedir su liberación. Los hijos de Betancourt han realizado grandes movilizaciones principalmente en Francia y USA teniendo al país galo tan involucrado que el gobierno francés ha armadó su misión humanitaria para atender a los rehenes.
La otra cara de la moneda es muy contrastante. Hace unos días me encontraba leyendo en el Le Monde una noticia sobre la situación de Ingrid Betancourt y en los comentarios que los usuarios pueden hacer a los reportajes, no había uno que fuera favorable a las acciones del gobierno francés por rescatar a Ingrid. Los comentarios todos giraban en torno a considerar a Betancourt más colombiana que francesa y que por consiguiente el gobierno galo nada tenía que andar haciendo ahí; razón que trae a colación el tema de esta entrada: ¿hay ciudadanos de primera y de segunda?
Desde el punto de vista legal hay una situación bastante curiosa: Los estados deciden la manera y el modo en que otorgan su nacionalidad a las personas sin embargo, hay facilidades reservadas exclusivamente a personas que hayan nacido en el país, y las personas naturalizadas corren su riesgo de perder su nacionalidad en tanto que las personas que la obtienen por otras vías (sangre, suelo) nunca lo podrán hacer. Eso, jurídicamente, es tener ciudadanos de primera y de segunda. Al momento que un país decide otorgar la nacionalidad a un extranjero es porque le va a dar el vínculo jurídico, como dicen en mi pueblo, "con todas las de la ley". Por ejemplo: en México no dice en ningún lado que los mexicanos naturalizados sean de segunda y sin embargo ciertas disposiciones de algunas leyes incluyendo la constitución hacen ver lo anterior.
La nacionalidad es la pertenencia a una nación, parte de la identidad muy importante de una persona y es lo que te arraiga a un país, su gente y su cultura. Al ser atributo tan importante, creo yo que una vez que X país decide otorgar dicha relación de pertenencia, hacer suyo a una persona, no tiene porque haber nacionales de primera o de segunda. Si tienes 20 nacionalidades distintas con las 20 guardas un vínculo especial y con las 20 has ganado el derecho a ostentarte como ciudadano de cada una.
Ahora viene otra situación escabrosa, así como para pedir ayuda uno es ciudadano de primera siempre y toda la vida, también lo debe de ser para votar, pagar impuestos, hacer servicio militar y todo lo demás!
El gobierno francés claramente sostiene la nacionalidad gala de Betancourt sin ninguna distinción pero la voz del pueblo indica todo lo contrario. Dicha voz, es debido recordar, viene de uno de los países más nacionalistas del orbe con una identidad nacional de lo más sólida y que no se siente identificado con la franco-colombiana recluída en la selva a pesar de las declaraciones del palacio del Eliseo.
Y para finalizar esta entrada digamos dos cosas: La primera, que esperemos que la situación de la franco-colombiana llegue a buen término lo más pronto posible y la segunda: o todos ciudadanos de primera o todos ciudadanos de segunda, como quien dice "o todos coludos o todos rabones".