Antro: La antiguamente llamada discoteca, lugar para bailar y pasársela bien con amigos y deconosidos
El pasado viernes salí de antro con mi hermana, cosa que tenia años sin hacer porque creo que medio me aburre salir mezclado con una increible pereza que me cala hasta en los huesos obligándome a quedarme en casa. En fin de esta no me pude escapar no me quedo otra que hacer un acopio de fuerza y arreglarme. Primer obstáculo, me sentía gorda en la blusa holgada que escogí. Segundo obstáculo, mi cabello chino no se me acomodaba a como yo quería (considero que tengo un lindo rizo en mi cabello pero por alguna razón no logro aceptar que se me ve lindo suelto e intento remediarlo con broches y termina arruinado) Tercer y más preocupante obstáculo, la cadena del antro.
Para aquellos lectores de otras latitudes les cuento, la mecánica antrera en la ciudad de Guadalajara es como sigue: llegas al lugar, y te apiñas con otro monton de gente, gritando el nombre de los tipos que te dan el pase de entrada (comanda) esperando que: o le gustes a uno y te deje entrar rápido o bien que te reconozca como una personalidad de la sociedad. Mientras esperas estos eventos te encuentras en la cadena y los señores a los que intentas llamar la atención reciben el nombre de cadeneros.
Si eres cliente asiduo del lugar no te preocupes ya que normalmente los cadeneros te reconocen y entraras rápido al lugar pero si no, cuidado porque puedes no entrar. En Guadalajara no es como en USA u otras ciudades que te esperas en una fila y sabes que eventualmente pasaras, o no señores, es quedarse en la mentada cadena esperando que un tipo que se cree Dios te vea y seas afortunad@ en gustarle lo suficiente como para que te deje pasar. Si no le lates al cadenero, olvidalo podrás intentar quedarte toda la noche si así lo quieres en la cadena y de igual manera no pasarás porque al fulano no se le dá la gana. Mucha gente en la ciudad se queja constantemente que no hay lugares para salir pero yo considero que ese no es el problema, la bronca está en que si hay lugares pero no te dejan entrar entonces terminas llendo a los mismos.
Si hubiera una democrática fila sabrías que igual entraras, quizas clientes consentidos entren antes que tú pero al final sabes que hay oportunidad; en Guadalajara no pasa esto.
Estoy de acuerdo que cada lugar tiene su segmento del mercado antreril pero que un fulano decida si eres linda o fea, o encajas en el perfil para poder entrar al antro, me parece una reverenda averración.
Una manera de controlar el tipo de personas que entran a los antros es a través de la propaganda de los mismos que sea dirigida al grupo de personas que buscan, como lo hace cualquier otro producto.
La diversión no está limitada por como te ves por fuera, asi que desde afuera no tiene sentido que se coarte la diversión. Digamos no a la cadena en Guadalajara y sí a las filas para entrar!
lunes, 14 de abril de 2008
De antro por la ciudad
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