lunes, 9 de junio de 2008

La mente más cerrada en el país más "open mind"

"Enriquezcámonos de nuestras diferencias"--Paul Valery. ("Enrichissons nous de nos différences")

El otro día platicaba con una amiga que habita en el país de las barras y las estrellas y nuestro tema de conversación era la candidatura de Barack Obama. Para uno que vive de este lado de la frontera el hecho que un afroamericano esté con posibilidades de convertirse en presidente es un hecho histórico y además, hacia el exterior se confirma que el sueño americano es de aquellos que lo persiguen. Cosa curiosa y contraria pasa en el interior de la tierra de los cowboys; mi amiga me comentaba que ella pensaba que el senador Obama no representaba una alternativa para adjudicarse la presidencia y una de las razones fue que ella estaba convencida (sin importar lo que Obama declarara) que el senador tenía una procedencia musulmana y por lo tanto, como los musulmanes (ojo, nótese que es en grupo y no distinguió entre ortodoxos, chiitas, y no se que otras tantas divisiones dentro del islam) habían atacado Estados Unidos ella estaba en contra de entregarle a un musulman el gobierno del país.

Les tengo que decir que me impresionó su comentario ya que en realidad no importa que el hombre haya nacido en Hawaii, sea estadounidense con un envidiable curriculum y una historia interesante sino que el hecho que él tuviera un "background" musulmán era imperdonable. Cuando alguien nos ataca, desgraciadamente es difícil entender que sólo fue una persona y no el general (claro ejemplo es cuando un novi@ nos deja luego pensamos que todos los hombres o todas las mujeres son iguales unos mariposos traicioneros etc etc) pero para un país que se jacta de tener oportunidades para todos sin importar raza, religión, género, color, etc, etc, etc y además promueve y ha promovido desde siempre una apertura de pensamiento que raya en el libertinaje, el hecho que un grupo de sus habitantes esté traicionando esos valores tan enraizados en la cultura de Estados Unidos, es bastante curioso y es un foco de alerta.

Los ataques del 11 de semptiembre fueron lamentables, pero los musulmanes no destruyeron las torres gemelas, las destruyeron terroristas que reunen la cualidad de ser musulmanes y que además interpretan su libro sagrado como les viene en gana con tal de sembrar terror y violencia cometiendo actos contrarios a los valores y enseñanzas del Corán. Uno de mis comentarios a mi amiga fue "bueno entonces bajo tu premisa que musulmanes atacaron tu país y por lo tanto TODOS los musulmanes son malos, sin importar si son terroristas o no (o sea todos parejos) entonces yo por ser judía e israelí y porque ellos han atacado Israel y han matado judíos ¿debo de odiarlos también a pesar que sólo ha sido un grupo y no todos los musulmanes?". No me supo contestar sólo me dijo que quiza ella estaba haciéndose prejuicios pero aquí se desata una cuestión interesante. (ACLARO: No odio a los musulmanes ni tengo prejuicios contra tan venerable, respetable y sabia religión ni en contra de cualquier otra. ¿OK? además creo firmemente en la frase de Paul Valery)

Estados Unidos pregona y no se cansa de hacerlo, que los derechos humanos deben ser respetados o si no no hay ayuda (ej: Iniciativa Mérida), que se debe importar su modelo a los países que "liberan" para asegurar la libertad de todos y además que la discriminación está superada. El gobierno puede destrabar toda su maquinaria de prácticas discriminatorias y gritar a los cuatro vientos que se va a Estados Unidos a ser libre sin restricciones sin embargo los ciudadanos americanos no lo creen así y se llenan de prejuicios y de ídeas que los llevan a cometer sin ton ni son actos de discriminación (pregúntenle a todos los latinos e imigrantes de tantos países que viven allá) que en un órden de garantías gubernamentales, no pueden ser perseguidos por los tribunales proque un ciudadano normal común y corriente no puede violar garantías a otro ya que sólo la autoridad puede violar garantías a un ciudadano (estudiantes de derecho, saben de lo que hablo).

El fenómeno de que el gobierno está separado y distanciado de su sociedad en algunos temas es una situación que debe preocupar. No importa que haya leyes, políticas y principios si al final los gobernados no las siguen ni las aprovechan. No importa que haya políticas de no discriminación si los ciudadanos opinan que ser de tal o cual religión amerita ser discriminado.

Creo firmemente que Estados Unidos se debe de poner a trabajar a su interior con programas de integración ciudadana para que estén enterados de que clase de personas están gobernando y la brecha entre gobierno y gobernado no exista. Una vez que de verdad la mente de los estadounidenses se abra, entonces y sólo entonces, pueden venir y pregonar toda su letanía de valores y principios que en papel se ven lindos con una buena caligrafía pero que al final no sirven de nada.