viernes, 19 de diciembre de 2008

El cliente ¿siempre tiene la razón?


Hola queridos lectores.

He dejado muy abandonado este mi blog querido por distintas razones pero espero volver por la senda del bien y volver a escribir con una alta frecuencia. Bueno el blog sufrió un cambio importante y esto es que quité el Cbox porque la verdad había puro nazi que llegaba a tirar excremento y nada de verdadero valor informativo entonces se fue el cbox, pero sientase usted libre de comentar en cada post o bien de mandarme un e-mail que constantemente los estoy checando.

Ahora entremos en materia. Hace no poco (como unas 10 horas) hubo un problemita con un prestador de servicios porque resulta que lo hemos hecho venir dos veces a la empresa, hemos mandado sendas correcciones una y otra vez y los jefes (entiendase dioses del olimpo altos mandos que no se juntan con los mortales) inventaban cosas para agregar o quitar, incluso se podría decir que desarrollaron el síndrome del chavo del 8 (así como decían una cosa decían otra) y después de cambiar las reglas del juego unas quince veces (no exagero) de estar casi dos meses viendo este asunto una y otra vez, los jefes (aquellos dioses del olimpo de los que les platico) dicen: "Pues díganles que o se hace hoy o bien buscamos a otro que no lo haga" ¿puede usted creer eso?

Después de que uno siguió cabalmente sus instrucciones, y después de que ellos cambiaban constantemente de parecer según la rotación de la luna y la posición de la misma en la casa de acuario, ahora resulta que el que tiene la culpa es el prestador de servicios. Después de exponer lo anterior a mi jefe y hacerle ver que, si bien es cierto que los prestadores no han sido tan buenos como esperabamos pero que, con esta última "orden" el nivel de inconciencia alcanzaba lecturas impensables, el simplemente se limitó a contestar "finalmente nosotros somos el cliente".

Hay algo muy importante, si bien es cierto los prestadores de servicios están ahí para atendernos y prestarnos un servicio (osea), no por eso te da derecho a desarrollar niveles de desinteres, ni de inconciencia y por conseguiente jugar con el tiempo de los demás. Es cierto que muchas veces se deben adaptar a lo que quiere el cliente y darle gusto a sus demandas, PERO NUNCA LE DEBERÁ DAR GUSTO NI ESTAR SUJETO A SUS CAPRICHOS!

Es cierto, nosotros somos clientes, pero los prestadores de servicios nos dan un servicio Y NO SON NUESTROS SIRVIENTES.

Ahora yo digo, se supone que los altos mandos empresariales deben ser el ejemplo a seguir para dirigir una compañía, ¿por ser tan alto mando te da derecho a demostrar irresponsabilidad, inconciencia y falta de respeto? sí eres el cliente, pero no eres mejor ni peor que tu prestador de servicios y no porque otros cedan a tus caprichos quiere decir que todo el mundo te debe pleitesía y debe aguantarte tus desplantes y tonterias.

Recuerden: Nos prestan un servicio, NO SON SIRVIENTES.

lunes, 8 de diciembre de 2008

¿Libro electrónico o libro en papel?


Aca en Guadalajara estamos en el álgido movimiento de la Feria Internacional del Libro mejor conocida en el mundo de los amantes de los libros como la FIL, y tenemos de país invitado a Italia.
El día de hoy por el rondín noticioso de Yahoo News! leía acerca de una plática que se dio en el marco de la FIL sobre libros electrónicos y lo comparaban con los libros de papel.
Primeramente, por libro electrónico entiéndase aquella publicación que se puede descargar a una computadora o cualquier otro aparato y que, esencial y naturalmente, no se encuentra en papel.
Intrigada por la notilla esta que les comento, me puse a hacer un poco de investigación sobre los libros electrónicos y resulta ser que hay un aparatillo de la SONY que se llama “Reader digital book” que oscila su precio entre los $299 y $399 dólares americanos, en el que uno puede descargar su obras y traerlas de un lado para otro. La capacidad del artilugio este nos permite guardar hasta 350 libros. Naturalmente cada librito electrónico nos cuesta una módica cantidad.
Una de las principales desventajas para nosotros hispanoparlantes es que por el momento no se crean que hay la gran variedad de libros electrónicos (esto, obviamente irá cambiando con el tiempo) y en inglés si hay mucho más de donde escoger pero, con eso de los derechos de autor y demás situaciones, algunos títulos como “El señor de los anillos” la serie de Harry Potter, (por citarles un ejemplo) no están disponibles, sin embargo la lista de títulos crece todos los días y en un tiempito más no les extrañe ver todo título disponible en este formato.
Andar cargando por la vida 350 títulos en un aparatillo del tamaño de una hoja de papel (más o menos) suena bastante tentador, sin embargo ¿estamos dispuestos a abandonar nuestros viejos libros en papel? El formato del libro como lo conocemos ahora, probablemente se remonte a la invención de la imprenta por Gutenberg y todo mundo indudablemente alguna vez ha tenido uno (aunque sea de esos aburridos textos en la escuela) y a todos aquellos amantes de la lectura, el olorcito de las hojas, el sentir una portada nueva, el ir viendo como pasa uno las hojas hasta que se da cuenta que se ha leído uno de estos especimenes de lomo a lomo, pienso yo, son cosas invaluables que el formato en electrónico no nos brinda.
Guardar en nuestra biblioteca (o como en mi caso, en el librero o bien repisa más cercana, nota: se incluyen las repisas del baño, cocina, alacena, closet, y cualquier otro recoveco) los libros que uno termina, la emoción de ir a la librería y detenerse en elegir el próximo título, buscarlo, analizarlo y finalmente llevarlo a casa, son unos pequeños placeres que nos da el formato en papel.
La tecnología definitivamente nos ha hecho la vida más sencilla y más acelerada, y no me mal interpreten, soy fan de la tecnología pero yo todavía no estoy dispuesta a renunciar a esos detalles de gozo que me brinda el formato del libro en papel.

martes, 25 de noviembre de 2008

Perdidos los dos en uno.


He escuchado una de las canciones más triste que haya oido. Después de profundo análisis, recuperarme del shock inicial y re-escucharla varias veces, concluyo que si bien es cierto la canción es terriblemente triste, tiene toda la verdad puesta en cada acorde.
La canción que les hablo es “Uno los dos” de Miranda! grupo argentino que tiene muy buenas rolitas (escúchenlos cuando puedan). La letra de dicha canción se las linkeo por acá para que vean de lo que les hablo. Las conclusiones a las que he llegado son las siguientes:
Hay ocasiones en las que las relaciones amorosas sacan lo mejor de nosotros pero al mismo tiempo que lo hacen de a poco uno se va perdiendo en la rutina, la costumbre, problemas, incluso en el cariño mismo y llega un momento que uno se ve a si mismo en el espejo y no reconoce a la persona que está del otro lado del cristal. Se alcanza un punto en el que ya están tan acostumbrados a jugar sus roles de novio o novia y se enfrasca tanto uno en lo mismo que simplemente pierdes tu personalidad.
Y fíjese usted que no es falta de sinceridad o de honestidad para mostrarse como es uno, simplemente es que uno se queda atrapado en su relación y se le deja de aportar cosas nuevas, se acostumbra uno a una determinada zona de confort que ya es tan conocida por ambas partes de dicha relación que termina uno por aburrirse. Y al mirar en retrospectiva ¿usted era así o era un@ chic@ más divertida, con cosas que platicar, situaciones que vivir, lugares a donde salir?
No hace poco un querido amigo me platicaba amargamente que el y su semi-novia (uso el anterior término porque vaya que es una situación extraña, pero esa es otra historia) últimamente sólo peleaban y no se parecía en nada a la relación que tenían hace un año (están próximos a cumplir dos años) ellos ya están tan acostumbrados a pelear y después a reconciliarse y de nuevo a hacer todo el teatro una y otra vez, que ya sólo se conocen como “con est@ es con el que me peleo” y no como “uy que chic@ tan maravillos@” igual que hace dos años.
Tampoco es falta de amor, porque de verdad uno puede querer, incluso amar muy sinceramente a una persona pero esa falta de personalidad propia, de ser como siempre ha sido uno y salir de esa zona de confort que encontró uno con su pareja, hace que la cosa no funcione igual.Si usted se encuentra en una situación parecida a la anteriormente descrita, escuche o lea la canción que le comento es revelador y crea en el poder de recuperarse así mismo porque, al final del día, usted va a tener que lidiar con usted mismo por el resto de sus días, más vale que se conozca y si se perdió, que se recupere.

martes, 11 de noviembre de 2008

Los verdaderos héroes de las adicciones


Hace algunos días escuchaba una entrevista que le hicieron a Anne Hathaway sobre su nueva película “Rachel getting married” que entre otras cosas, muestra lo que pasa una adicta para rehabilitarse. Hathaway mencionaba que los adictos son muy valientes y verdaderos héroes por tomar la decisión y tener el tesón de someterse a una rehabilitación, sin embargo ¿son los verdadero héroes del problema de las adicciones?

Si bien es cierto, se requiere un coraje excepcional para dejar de lado una adicción y empezar a tomar el control de la vida de uno pero no por eso ponemos a los adictos rehabilitados en un gran pedestal ni tampoco, al menos para mi, representan una gran y hermosa historia de bravura.

Los verdaderos héroes son las familias y los amigos de esos adictos que deben soportar a su lado toda la oleada de destrucción y conflicto generada por la adicción de una persona. Soportar ver a alguien completamente enajenado, borracho, mal viajado, etc no es tarea fácil ¿y saben qué es lo peor? Los de alrededor no tienen una muletilla en la cual recargarse para tolerar el dolor de ver como una persona se va cayendo a pedacitos.

El adicto cae en la cuenta y se somete a terapias, campamentos, pláticas y no se que tanta cosa que ahora se tiene para la rehabilitación de las personas pero y los que se quedaron al pie del cañón y con coraje estoico al lado del adicto ¿qué? ¿cómo borras y dejas ir tantos episodios de vergüenza, de lástima y de tristeza? Los adictos tienen la ventaja que, normalmente, la droga que escojan les hará olvidar cualquier asunto que hayan vivido mientras estaban bajo sus efectos pero los sobrios, no gozamos del mismo privilegio y cada pasaje se queda grabado en la memoria y el corazón.

Respeto a los adictos rehabilitados pero un gran aplauso al resto de nosotros que debemos combatir y aguantar todos los embates que nos da la vida y lo hacemos día a día tomando el control de nosotros mismos sin dejar que ninguna sustancia nos controle.
Cualquiera que soporte ver el crimen, la violencia, la escasez, problemas económicos y que al final del día pueda sonreír y sea capaz de ir con su familia y amigos darles un abrazo y gran beso, eso para mi son los grandes y verdaderos héroes.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La vuelta al mundo en 80 días.


Mis queridos lectores, siento la ausencia tan terrible a la que los he sometido estas dos semanas, pero han de saber que no encontraba la inspiración suficiente para redactarles unas cuantas líneas.
Ahora para empezar a calentar motores les escribo una reseña del último libro que acabo de leer (como han visto que es la costumbre en este blog).
La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne, muchos se escamaran y saldrán corriendo del blog porque es un clásico y no a todo mundo le gustan los clásicos. Para serles sincera, los clásicos representan la dificultad de un lenguaje que ya ahora no se usa y nos refieren a una realidad que ya no encuentra comparación en la actualidad, sin embargo hay muchos clásicos que valen la pena siendo uno de ellos el que ya les menciono.
De entrada, el libro hace honor a la premura de su título y es que, si bien empieza un poco lento el asunto, uno se estresa junto con s doméstico Passepartout y todos los demás personajes, para que lleguen sanos y salvos de vuelta a Londres después de 80 días alrededor del mundo.
Julio Verne combina la simpatía muy propia de los ingleses con dos giros que se resuelven al final pero que hacen de la historia una narrativa llena de aventura y de rapidez.
Verán que mientras más avanzan ustedes querrán empujar con su lectura veloz a todos los personajes, en especial a Phileas Fogg que necesita llegar a Inglaterra si no quiere ver su fortuna derrochada.
Con los errores y aprietos de Passepartout y de sus dos nuevos compañeros de viaje, el lector pasará un rato agradable y tendrá que ir a paso veloz, para darle la vuelta al mundo en 80 días.

jueves, 23 de octubre de 2008

La falta de justicia en el estacionamiento


Dígame usted, ¿qué hay más justo que aquel principio que reza "primero en tiempo primero en derecho"? desde mi punto de vista nada le gana pero ándale que no se comparte el profundo significado de esa premisa romana en el estacionamiento del trabajo.

Resulta que hay estacionamiento para empleados cortesía de la empresa, pero los lugares son pocos, los autos muchos y los espacios privilegiados (o sea cerca del edificio donde uno tiene que checar su asistencia) aún más escasos. Se ha tomado la determinación de que los jefes tengan un lugar designado en el estacionamiento de espacios priviliegiados para sus automóviles, cuestión que nos deja a nosotros los simples mortales con escasos lugares y, como es natural y obvio, somos mayoría!

Yo me pregunto con todas las prestaciones que les dan a los "jefes" (un sueldo bastante bueno, seguro de gastos médicos, carro del año (y no cualquier carro, estamos hablando de toyotas, hondas para arriba), viajes de "trabajo", capacitación y otra sarta de estupideces que ya quisiera uno tener, ¿es necesario que les den su lugar de estacionamiento?

La manera como es justa y natural que funcionen esos lugares es: quien llego temprano tiene buen lugar y quien no pues con la pena y hasta el final. ¿por ser jefe tiene derecho de llegar tarde y yo que sí llegue temprano me tengo que jorobar llendo hasta la vuelta de todo el edificio?

Opino yo que si se quería dar prioridad a estas apreciables personas se hubiera pensado en hacerles un espacio aparte y no meterlos en el general concepto de "empleados" porque si es estacionamiento de empleados entonces cualquiera que esté en la nómina tiene derecho a intentar hacerse de un lugar privilegiado. ¿no sería una exelente manera de demostrarnos a nosotros los lacayos la virtud de la puntualidad viendo el carro de nuestro jefe en los primeros lugares de estacionamiento gracias a su llegada temprano?

A uno que es mortal siempre lo joroban para hinchar a aquellos que son jefes y que desgraciadamente, la mayoría no se merece dicho cargo y no sabe que lo que significa es una gran responsabilidad y una obligación de liderazgo y lo mal interpretan como designio divino, algo así como los Luises de las Francias monárquicas.

Por aca por estas tierras reza una premisa que dice así: "El que tenga puesto que lo atienda" y aunado a lo anterior "el que se fue a la villa perdió su silla" o sease: llegue temprano y será beneficiado con un lugar porque no por ser jefe se merece un lugar dentro de un estacionamiento que es para los empelados en general sin distingos!



lunes, 20 de octubre de 2008

Chiquita


Mis queridos lectores ocasionales y rutinarios, disculpen por los días de ausencia pero la verdad es que el tiempo aunado con un poco de pereza me impedía escribirles unas líneas en este mi querido blog. Ya quitando eso del camino me dispongo a platicarles del último libro que leí titulado Chiquita.

Su autor es el cubano Antonio Orlando Rodríguez y relata la historia de una liliputiense que se fija en todo menos en su talla y hace de su vida lo que le place alcanzando finalmente sus sueños sin menguar ni una sola vez en su diminuto tamaño.

A decir verdad al principio pensé que era una novela de ficción y, aunque está ensalzada con la imaginación de su autor y de su colaborador, es una historia real de una persona real.

El libro nos enseña que en realidad no importa cuanto midas, cuanto peses o como te veas el que lucha y lucha de pronto consigue lo que quiere. Que las buenas personas vienen en distintas tallas y las malas, crueles y aprovechadas también y algo importante: "La grandeza no tiene tamaño".

Rodríguez tiene una tremenda picardía para escribir, con ese sazon cubano característico de los de aquellos lares; hace el libro muy sencillo de leer y sencillo de comprender. Plagado de detalles, si demanda del lector una buena atención a los mismos ya que alguna cuestión abordada en el capítulo tercero de pronto sale en el capítulo veinte. Las bromas son buenisimas y más de un par de veces arrancan en el lector un buen ataque de risa.

Chiquita es un libro que hay que leer se pasarán un gran momento!! LEEANNN!!!!