lunes, 10 de noviembre de 2008

La vuelta al mundo en 80 días.


Mis queridos lectores, siento la ausencia tan terrible a la que los he sometido estas dos semanas, pero han de saber que no encontraba la inspiración suficiente para redactarles unas cuantas líneas.
Ahora para empezar a calentar motores les escribo una reseña del último libro que acabo de leer (como han visto que es la costumbre en este blog).
La vuelta al mundo en 80 días de Julio Verne, muchos se escamaran y saldrán corriendo del blog porque es un clásico y no a todo mundo le gustan los clásicos. Para serles sincera, los clásicos representan la dificultad de un lenguaje que ya ahora no se usa y nos refieren a una realidad que ya no encuentra comparación en la actualidad, sin embargo hay muchos clásicos que valen la pena siendo uno de ellos el que ya les menciono.
De entrada, el libro hace honor a la premura de su título y es que, si bien empieza un poco lento el asunto, uno se estresa junto con s doméstico Passepartout y todos los demás personajes, para que lleguen sanos y salvos de vuelta a Londres después de 80 días alrededor del mundo.
Julio Verne combina la simpatía muy propia de los ingleses con dos giros que se resuelven al final pero que hacen de la historia una narrativa llena de aventura y de rapidez.
Verán que mientras más avanzan ustedes querrán empujar con su lectura veloz a todos los personajes, en especial a Phileas Fogg que necesita llegar a Inglaterra si no quiere ver su fortuna derrochada.
Con los errores y aprietos de Passepartout y de sus dos nuevos compañeros de viaje, el lector pasará un rato agradable y tendrá que ir a paso veloz, para darle la vuelta al mundo en 80 días.